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viernes, 13 de marzo de 2009

Seguridad.

Ultimamente y a raíz de la muerte de Gustavo Lanzavecchia a manos de delincuentes se está hablando mucho de la seguridad y están circulando muchos mails y presentaciones por internet, respecto de esto ayer me llego un pps titulado el decálogo del asaltado, este pps dice muchas verdades sobre la situación que vivimos hoy en Argentina pero al final da las gracias a Cristina convirtiendo el mismo en mera propaganda política y eso es una lastima (al menos es eso lo que se siente).

Si bien Cristina por ser la actual presidenta es responsable de la inseguridad que se vive, no es la única responsable, todas las personas que ocupan u ocuparon puestos de poder en organismos públicos son responsables como así también nosotros el pueblo. Los políticos y jueces son responsables porque son ellos quienes deben administrar las leyes y lo hacen mal, algunos lo hacen por intereses propios y otros porque solo les interesa cobrar sus elevados sueldos. Nosotros el pueblo la mayoría somos responsables porque no hacemos valer nuestros derechos y otros como muchos abogados son responsables porque solo ven su negocio justificando los actos de los delincuentes, esto combinado con la actitud de los jueces permite que los delincuentes permanezcan sin un castigo justo.

Hablando de justicia, si buscamos en un diccionario vamos a encontrar la siguiente definición:

La justicia es la concepción que cada época y civilización tienen acerca del bien común. Es un valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
Ahora veamos que es algo justo.
Justo es aquello que debe hacerse según derecho, razón y equidad. Inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.
Ahora que tenemos la definición y comparándola con la situación que se vive podemos decir con toda certeza que en Argentina no existe la justicia. Tomando solo el tema de la inseguridad, si una persona delinque debe tener un castigo acorde al delito cometido, un castigo no es ni mas ni menos que algo que no le guste y el mismo debe conservar equidad.
Ahora que entendemos lo que es la justicia quien la determina y como debe aplicarse, puedo reafirmar que nosotros también somos culpables por la inseguridad ya que somos parte de la sociedad que es la que determina la justicia.

¿Y que podemos hacer al respecto?.
Hace poco recibí un email diciendo que a una hora determinada apagásemos la luz e hiciéramos sentir las cacerolas (no es que apoye a la clase que le gusta golpear cacerolas). Yo no escuche una cacerola y la luz continuó encendida en todos lados.

¿Por qué no hicieron caso del pedido?.
Creo que no se hizo porque en general todos se dieron cuenta que manifestarse de esa forma no da resultado. Cuando en Argentina se inició lo de las cacerolas se vio como algo grande y muchos dicen que el cacerolazo bajó un presidente. Esto no es así, el en ese momento presidente no se fue por el cacerolazo, se fue por otras razones que quizás nunca conozcamos pero seguramente alguien con mucho poder le dijo andate y se fue. Luego de ese cacerolazo hubieron otros pero siempre sin resultados y esa es la razón por la que cada vez son menos las cacerolas.

¿Y entonces que hacemos?
Para saber que hacer debemos entender que todas las personas reaccionan y hacen algo al respecto solo si corren riesgo, sienten interés, por dinero o porque les molesta demasiado.
Entonces para hacer que las personas que están en las instituciones que deben administrar la justicia hagan algo debemos provocar en ellos uno o el conjunto de estos motivos. Tomando el tema de las movilizaciones, para que esto les moleste demasiado no debe ser solo una noche durante 15 minutos, esto debe ser constante y en sus domicilios (no en casa de gobierno o el congreso porque ahí no vive nadie) hasta que se harten y reaccionen, también les debe interesar no perder sus trabajos lo cual es perder dinero (no olvidemos que son empleados del estado y el estado somos nosotros) y por supuesto les debe quedar muy claro que la movilización es el comienzo y que de no hacer algo corren riesgo.

Para cerrar y con toda sinceridad yo estoy dispuesto a todo por el bienestar de mi pueblo, pero yo solo no puedo hacer mas que esto para intentar despertar gente y quizás de esa forma llegar a organizarnos para así si tener peso y conseguir el cambio.

Chemario.


 
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